La conversión del Islam al cristianismo está prohibida, como ocurre en muchos países musulmanes, y el proselitismo se castiga con hasta tres años de prisión
Cristobal López, arzobispo de Rabat
23/03/19
Los marroquíes conversos al cristianismo, una pequeña minoría en un país mayoritariamente musulmán, esperan que la visita del Papa Francisco sea una oportunidad para presionar sus demandas de libertad religiosa. Esta será la primera visita de un papa en casi 35 años al país norteafricano. Francisco será recibido en Rabat el 30 y 31 de marzo.
Uno de los motivos de este viaje apostólico es apoyar a los católicos del país, la mayoría de ellos europeos y fundamentalmente franceses, y migrantes del África subsahariana.
Prisión por manifestar la fe
Pero a diferencia de esos «cristianos extranjeros», los conversos marroquíes afirman que se ven obligados a manifestar su fe en privado y en secreto. La conversión del Islam al cristianismo está prohibida, como ocurre en muchos países musulmanes, y el proselitismo se castiga con hasta tres años de prisión, destaca la web Daily Online.
Un grupo que los respalda, la Asociación Marroquí de Derechos y Libertades Religiosas, ya ha escrito al Vaticano expresando su preocupación, y está planeando una sentada fuera de una iglesia en Rabat en la víspera de la visita.
«Queremos leyes que protejan a las minorías religiosas en el país en igualdad y aprovecharemos la visita del Papa para presionar más al Estado y que proteja las libertades religiosas», ha afirmado el líder de la asociación, Jawad El Hamidy.
Por su parte, la ilegal Coordinadora de Cristianos Marroquíes han solicitado a las autoridades del país y al Santo Padre que aprovechen la oportunidad que ofrece esta visita papal para iniciar un diálogo sincero sobre la libertad religiosa para los ciudadanos marroquíes.
En una entrevista en Mohamedía (sur de Rabat), el presidente de esta Coordinadora, Zuhair Dukali, ha manifestado que la carta enviada a Francisco se recogen sus “aspiraciones a las libertades básicas como libertad de culto público, el derecho a un matrimonio eclesiástico o civil y a los ritos funerarios cristianos, derechos de los que carecen».
Asimismo, piden que a los cristianos se les pueda dispensar a sus hijos de las clases de religión musulmana (materia obligatoria en la escuela marroquí) y que tengan la libertad de dar nombres bíblicos (y no islámicos) a sus hijos.
No reconocidos oficialmente
Sin embargo, el portavoz del gobierno, Mustapha El Khalfi asegura que en su país no se viola las libertades religiosas. «No hay persecución en Marruecos y no hay discriminación por motivos de fe», señaló a los periodistas cuando se le preguntó sobre las acusaciones.
A pesar de ello, los cristianos conversos denuncian que la constitución reconoce formalmente la existencia de musulmanes y judíos marroquíes, pero no la de los cristianos marroquíes.
«Cuando fui a una iglesia para declarar mi fe, me dijeron que la ley marroquí me prohibía hacerlo», relata un cristiano marroquí de 40 años de edad a los medios de comunicación.
50.000 cristianos marroquíes
No hay estadísticas oficiales, pero los líderes de estas asociaciones de cristianos marroquíes aseguran que existen alrededor de 50.000 cristianos marroquíes, la mayoría de ellos de tradición evangélica protestante, que superan en número a los 30.000 católicos romanos estimados en el país.
El Vaticano todavía no ha respondido a la carta enviada por la Asociación Marroquí de Derechos y Libertades Religiosas pero el arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, ha ofrecido su apoyo a las demandas de esta asociación.
«Nosotros, como cristianos católicos, apreciamos que disfrutamos plenamente de la libertad de fe, pero seremos más felices si los marroquíes también pudieran disfrutar de la misma libertad», manifestó el clérigo español a los periodistas.
Fuente: Religión Confidencial