LA TRAMPA LAICISTA DEL PARTIDO POPULAR

JUSTO HERNÁNDEZ VALBUENA, Navarra. 09/10/2013

Al final de la segunda de sus dos legislaturas anteriores, el Partido Popular dio a luz la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (2002). En ésta, se establecía una nueva área de conocimiento, Sociedad, Cultura y Religión, que incluía dos opciones: una confesional y otra de carácter no confesional. Ambas opciones de oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los alumnos. Ambas a su vez evaluables y computables como el resto de asignaturas.

No hubo tiempo para la aplicación de la LOCE y en 2004 irrumpió el PSOE en el Gobierno. Zapatero llevó a cabo su Ley Orgánica de Educación (2006). En ella la Religión se ofrece en todas las etapas, pero no se tiene en cuenta de cara al expediente académico. Además, la asignatura alternativa es Atención Educativa, que no tiene ningún currículo definido y se utiliza, por tanto, para reforzar otras materias o como hora libre, torpedeando el normal estudio de la Religión.

Contra la LOE de Zapatero se hicieron manifestaciones masivas, en las que participaron no pocos políticos del Partido Popular. Pero ha llegado al poder el PP y, con mayoría absoluta, lejos de retomar el proyecto de la LOCE, quiere sacar adelante su Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) en la que la clase de Religión no se ofrece a la libre elección en Bachillerato ni en Educación Infantil. Más aún, la evaluabilidad de la asignatura también se ha puesto en entredicho por la propia responsable de educación del PP, Sandra Moneo.

Esta ley contraviene los Acuerdos Iglesia-Estado mucho más aún que la ley del PSOE. Pero los ataques de las izquierdas, que acusan al PP de ser el monaguillo de los obispos, dan la cuartada a este partido para llevar a cabo lo que en realidad es un paso decisivo hacia el laicismo.

Con esos calculados ataques, el PSOE hace el papel de «malo malísimo» y así consigue que la resistencia que pudiera haber contra el laicismo se alinee con el PP. De esta forma, el Partido Popular puede dar un paso más en ese cambio antropológico con la aquiesciencia de una sociedad desmovilizada. A la postre, el PP, con su juego hipócrita, es mucho más eficaz en la implantación del laicismo que la cristofobia socialista.

Fuente: www.estrelladigital.es

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