En la inauguración del curso de los profesores de Religión
Tomás Leache. Diario de Noticias, 29 de septiembre de 2010.
El pasado sábado tuvo lugar la inauguración del curso académico de los profesores de Religión en el Seminario de Pamplona, presidida por el arzobispo de Pamplona, don Francisco Pérez. Esta cita contó también con la presencia de Teresa Aranaz, directora general de Ordenación, Calidad e Innovación del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.
Después de las palabras iniciales que a modo de introducción pronunció el delegado diocesano de Enseñanza, tomó la palabra la representante del Gobierno. En su discurso, encomió el trabajo de los profesores de Religión: habló de la importancia de su labor en la formación de los alumnos, la relevancia de la dimensión trascendente del ser humano, los retos que conlleva este trabajo en la sociedad del siglo XXI…
Asimismo, dijo comprender las dificultades laborales con las que a veces se encuentran estos trabajadores; habló de la indiscutible legalidad de la asignatura según los acuerdos Iglesia-Estado y la Constitución, y acabó manifestando el compromiso de su Gobierno -en el año que resta de legislatura- de hacer cumplir la normativa en relación con esta asignatura, así como la disponibilidad del departamento para tratar cualquier problema que pudiera surgir en el trabajo que desempeñan los docentes.
Sobre esta intervención de la directora Teresa Aranaz ante los profesores de Religión de Navarra, cabe plantear distintos interrogantes. ¿Por qué su departamento obstaculiza la enseñanza y el estudio de la asignatura de Religión? ¿Por qué se ha llevado a cabo una reducción importante de la jornada laboral de muchos profesores de modo unilateral, sin siquiera notificarles oficialmente la razón de este hecho (incumpliendo el Estatuto de los Trabajadores)? ¿Por qué su departamento incumple sistemáticamente los acuerdos Iglesia-Estado y la Constitución en materia de educación? ¿Por qué los padres no pueden elegir la educación de sus hijos acorde con sus convicciones sin sufrir graves agravios comparativos? ¿Por qué su departamento ha hecho caso omiso de las innumerables quejas que se le han hecho llegar sobre el tratamiento ilegal de la alternativa y ha tolerado las graves irregularidades que obstaculizan la normal impartición de la asignatura?