Por Javier Arias | 28 marzo, 2023
Monseñor Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela ha concedido una entrevista a InfoVaticana.
Desde septiembre del año 2007 pastorea la Iglesia en Navarra. Por edad, en enero del 2022 presentó su renuncia al Papa al haber cumplido los 75 años. Más de un año después, monseñor Francisco Pérez sigue el frente de la archidiócesis de Pamplona e incluso durante parte de este último año fue también administrador diocesano de la diócesis de San Sebastián.
En la CEE es presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias desde marzo de 2020. Era presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, desde marzo de 2017. Es además miembro de la Comisión Permanente.
P- Este mes de marzo del año 2023 se han celebrado las famosas Javieradas, ¿Cómo ha vivido estas jornadas?
R- Han sido unas jornadas muy concurridas. En total: 30.000 personas. Muchos jóvenes y familias que, desde varias Diócesis, se han hecho presentes y un ambiente de religiosidad popular en torno a San Francisco Javier. Tiene un atractivo especial el “Patrono de la Misiones”. El día 11 de marzo se concluyó el Jubileo con motivo de los 400 años que San Francisco Javier fue canonizado. He vivido momentos muy emotivos dónde se observa que las personas necesitan fortalecimiento espiritual y evangélico.
P- ¿Qué papel cree que ha de jugar la juventud en estos tiempos?
R-La juventud necesita ser atendida y ofrecerle el mensaje de Jesucristo sin restricciones sino tal cual. Y ellos lo toman en serio. Muchos encuentran el sentido a su vida cuando se les pone ante el amor y la misericordia de Jesucristo y se les invita a ser Iglesia Viva. Les fascina la vida de los santos como San Francisco Javier que encontró su sentido existencial cuando San Ignacio le refiere la palabra de Dios: “¿De qué te sirve ganar el mundo entero, si pierdes y arruinas tu alma?”. Esto le motivó a dar un vuelco en su vida y se convirtió. Los jóvenes han de ser y así muchos lo sienten la luz que Jesucristo nos ha traído.
El progresismo enarbola leyes de muerte que van contra la ley de Dios
P-En alguna ocasión usted ha hablado sobre los problemas de salud mental. Recientemente, un catedrático de Harvard relacionó el aumento de suicidios con la disminución de la religiosidad. ¿Qué consecuencias observa usted en la sociedad como resultado de apartar a Dios?
R-Lo decía muy bien el Papa Benedicto XVI: “Un humanismo sin Dios, es un humanismo inhumano”. Hoy estamos pasando por unas circunstancias especiales donde las ideologías quieren dominar al ser humano con falsas esperanzas. Se quiere prescindir de Dios como si fuera un engendro del pasado y hoy no interesa. El progresismo enarbola leyes de muerte que van contra la ley de Dios. Y esto es muy grave puesto que va en contra del auténtico humanismo señalado en la misma naturaleza; y la naturaleza nunca perdona si se la agrede. De ahí que se vea la fragilidad en la mente y se necesite “salud mental” que debe ir muy acompañada de la “salud espiritual”. Se ha perdido el sentido de la trascendencia y sabemos que la inmanencia no satisface al corazón, ni a los sentimientos y ni a la mente. La consecuencia es el hastío de la vida. Se necesita la vida espiritual/religiosa para sanar la mente y vivir con alegría la experiencia humana que Jesucristo nos ha ofrecido entregando su vida e invitándonos a seguirle como marca el evangelio.
P-A nivel nacional, ¿qué opinión le merece las leyes como la del aborto o la eutanasia que atentan contra la vida humana?
R-La enseñanza de la Iglesia es muy clara y contundente afirmando que la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Las leyes que promueven el supuesto “derecho al aborto” son absolutamente injustas porque no solo amparan ningún bien, sino que legalizan la muerte de personas inocentes e indefensas. Y si hablamos de la eutanasia que consiste en poner fin a las personas enfermas, disminuidas o moribundas, es moralmente inaceptable. Manifestamos nuestro rechazo a la ley que regula la eutanasia y pedimos la aprobación de una ley integral de cuidados paliativos, dotada de los recursos necesarios, para acompañar de manera verdaderamente humana a las personas en la fase final de su vida.
No somos un objeto para usar y transformar según nuestros caprichos o sentimientos relativistas
P-¿Y sobre la ‘ley trans’?
R-Es en la ideología anti-antropológica donde se funda la nueva “ley trans”. La colonización de esta ideología va en contra de la auténtica antropología, es decir, que a la persona no se la considera con su cuerpo y su alma como un bien de la creación y expresión de ella misma como “templo de Dios”. Se atenta gravemente contra la misma persona y su dignidad. No somos un objeto para usar y transformar según nuestros caprichos o sentimientos relativistas; somos sujetos de un Amor de Dios que ha apostado por nosotros y siempre nos asistirá y ayudará si confiamos en Él a pesar de nuestras fragilidades muchas veces fragmentadas.
P-Este mes se han publicado los datos del número de seminaristas en España que no deja de disminuir, ¿Cuál cree que son las causas de este descenso de vocaciones?
R-Las vocaciones no sólo a la vida sacerdotal sino también a la vida religiosa como al matrimonio cristiano están en crisis. La razón se debe a la gran secularización que existe en nuestra sociedad. El Papa Benedicto XVI lo predijo: “La Iglesia se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión”.
Las parejas homosexuales, al no proceder de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, no pueden recibir aprobación en ningún caso.
P- Últimamente se habla de un posible cisma en la Iglesia católica en Alemania. ¿Cómo valora las polémicas medidas aprobadas en el Camino Sinodal alemán como la bendición de parejas homosexuales?
R-Creo que hay una gran crisis en la Iglesia católica de Alemania. Tener claro que el Camino Sinodal en Alemania no tiene el poder y ni tiene la autoridad para obligar a los obispos y a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno y nuevos enfoques de la doctrina y de la moral católica. De lo contrario se caería en un cisma y apostasía. La enseñanza de la Iglesia es muy clara y así lo refleja el Catecismo de la Iglesia Católica cuando afirma que las parejas homosexuales, al no proceder de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, no pueden recibir aprobación en ningún caso.
P-Se acerca la Semana Santa, ¿qué mensaje mandaría a los fieles católicos para vivir bien la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo?
R-Es un tiempo de conversión y de puesta a punto de la vida espiritual. De ahí vivirla con adhesión sincera a Jesucristo que nos ofrece su Vida y Salvación. Exhorto a todos que vivamos el sacramento de la Confesión y de modo especial participar en los Actos Litúrgicos y participar en el Jueves Santo dónde Cristo instituye la Eucaristía y el amor fraterno.
P-Por último, hace poco más de un año que presentó su renuncia al Papa como arzobispo de Pamplona, ¿Tiene pensado cómo será su futuro o a qué le gustaría dedicarse cuando le acepten la renuncia?
R-Mi intención es dedicarme a la oración y a la dirección espiritual atendiendo a los fieles que deseen asistir y ofrecer mi ministerio al sacramento de la Confesión. No tengo ninguna otra pretensión. Hace poco escribí una carta, con motivo del Día del Seminario, titulada: “Médicos de la Salud Espiritual”. Eso es lo que quiero ser.