Mensaje del Gesto de Solidaridad 2012
El Gesto Diocesano de Solidaridad ha reunido a cientos de personas de la comunidad cristiana con ánimo de comprometerse y levantarse por los que más directamente están sufriendo la situación de crisis actual. Mons. Iceta ha pedido no mirar a otro lado “ante el drama de tantas personas jóvenes que ven hipotecado su futuro”.
El Gesto, que en esta ocasión se centra especialmente en el mundo de los jóvenes, pretende ser signo de compromiso “con la edificación de una sociedad más justa y fraterna”, ha explicado el obispo en el acto de clausura del día.
La Plaza Nueva ha sido el escenario escogido este año para realizar el último acto del día protagonizado tanto por jóvenes como por gente más adulta de nuestras comunidades. El obispo se ha referido al desempleo juvenil, que afecta al 35% de la población joven en Euskadi. “La cuestión del desempleo no es un asunto personal, sino que posee una dimensión e implicaciones sociales”, ha resaltado.
Mons. Iceta ha solicitado rechazar todo lo que hiere la dignidad de la persona, “de modo particular”, ha matizado, “cuando se anteponen otros intereses”.
El mensaje, dirigido tanto a las instituciones como a la sociedad, pide “promover acciones y generar recursos” que favorezcan la creación de empleo, “especialmente entre los jóvenes”. Por otra parte, anima a propiciar medidas fiscales adecuadas “que posibiliten una distribución justa de la riqueza”, poniendo especial atención a las necesidades de las personas más vulnerables.
Las políticas y medidas de ayuda social que propicien el “sostenimiento de personas y familias empobrecidas”, ha sido otra de las peticiones realizadas por el prelado.
Compromisos
En cuanto a los compromisos que adquiere la Iglesia el obispo de Bilbao se ha referido a la labor que se realiza “acogiendo a quienes sufren las consecuencias de la crisis, aportando esperanza, creciendo en austeridad, avanzando en la tarea común de edificar un mundo más humano”. El objetivo de las acciones es “construir una sociedad justa y en paz”.
Algo más que un Gesto
El Gesto Diocesano de Solidaridad reunió ayer a miles de personas comprometidas con los que más están sufriendo las consecuencias de la crisis. La pancarta que portaron en la cabecera de las dos marchas que se realizaron, recogía el lema utilizado para la ocasión: “Erne eta tente!-¡Levántate! Por un futuro bien empleado”. El signo público y colectivo significó una propuesta de austeridad de vida y solidaridad, con perspectiva evangélica.
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La comunidad diocesana ha vuelto a demostrar su compromiso y capacidad de acción ante algunas realidades que exigen movilizarse y «levantarse», tal y como pedía el lema del Gesto Diocesano de Solidaridad.
El tiempo acompañó a los mil ochocientos escolares que, desde veinte centros, acudieron a la marcha organizada para la ocasión, ayer a la mañana. Algunos jóvenes portaron las cartas, dirigidas a las instituciones, en las que solicitaban y al mismo tiempo ofrecían, algunos compromisos para paliar esta crisis que nos azota.
Mons. Iceta se acercó, junto con algunos escolares del colegio Amor Misericordioso, de Bilbao, a la sede de las Juntas Generales de Bizkaia. Allí les recibió la presidenta, Ana Madariaga, que por su parte se comprometió a transmitir las ideas de los escolares a los portavoces de los grupos junteros. El obispo, recordó que “el país tiene suficientes recursos para ayudar a los necesitados” por lo que rechazó que se cargue la “austeridad” y el peso de la crisis “sobre las personas que precisan ayuda”.
La Plaza Moyúa se convirtió en el corazón de la marcha matinal a la que cientos de escolares fueron acercándose, paulatinamente, desde diferentes arterias. Algunos portaban carteles con referencias al desempleo y el futuro “incierto” de los jóvenes. Hubo incluso quienes utilizaron los dorsales del año pasado para escribir en ellos el lema del Gesto 2012. El sonido que acompañó la marcha a lo largo de su recorrido, hasta el Arenal, fue el de los silbatos que hicieron sonar los escolares con una “gran pitada” al desempleo.
El acto matinal finalizó con la entrega de los mensajes, escritos por cada colegio, al buzón que se colocó en el kiosco del Arenal. El obispo se dirigió, desde allí, a los jóvenes y les pidió que se solidarizaran con los que “peor lo están pasando”. En los mensajes escritos en los centros educativos, se podían leer peticiones como “que no apliquen recortes en educación” o “tener en cuenta las opiniones de los jóvenes”. En el capítulo de compromisos, algunos afirmaban que intentarán “no consumir demasiado”.
Marcha de la comunidad
La segunda marcha, organizada para el Gesto Diocesano de Solidaridad, comenzó a las 19.30h. en la Plaza Moyúa. Allí se reunieron cientos de personas de las parroquias, comunidades, instituciones diocesanas o las que, particularmente, quisieron comprometerse y salir a la calle para reivindicar una sociedad más justa.
En cuanto a la meteorología se notó la bajada de temperaturas, pero el mercurio del termómetro de la solidaridad fue subiendo grados a lo largo del recorrido. La Plaza Nueva fue el escenario escogido para cerrar el Gesto de este año. La entrada a la plaza se desarrolló a ritmo de percusión.
El flashmob protagonizado por jóvenes escenificó “la caída” de moral de muchas personas ante la falta de expectativas de empleo. Varios «voluntarios» ayudaron a “levantarse” a los jóvenes, a ritmo de txalaparta.
El obispo dirigió el mensaje final tanto a las instituciones como a la sociedad en general, y pidió “promover acciones y generar recursos” que favorezcan la creación de empleo, “especialmente entre los jóvenes”. Por otra parte, animó a propiciar medidas fiscales adecuadas “que posibiliten una distribución justa de la riqueza”, poniendo especial atención a las necesidades de las personas más vulnerables.
Las políticas y medidas de ayuda social que propicien el “sostenimiento de personas y familias empobrecidas”, fue otra de las peticiones realizadas por el prelado.
En cuanto a los compromisos que adquiere la Iglesia el obispo de Bilbao se refirió a la labor que se realiza “acogiendo a quienes sufren las consecuencias de la crisis, aportando esperanza, creciendo en austeridad, avanzando en la tarea común de edificar un mundo más humano”. El objetivo de las acciones es “construir una sociedad justa y en paz”.
La oración final cerró el encuentro del Gesto Diocesano de Solidaridad de la Diócesis.
Fuente: www.bizkeliza.org