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EL CONTRASTE PACIENTE. CARTA DE LOS OBISPOS DE PAMPLONA, SAN SEBASTIÁN, VITORIA Y BILBAO

El contraste paciente. Repensando la relación Iglesia-Mundo. Carta pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria para la Cuaresma-Pascua de 2025

Introducción a la Carta pastoral de los Obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria para la Cuaresma-Pascua de 2025

La Cuaresma de 2025 se nos presenta como un momento especialmente significativo al desarrollarse dentro del Año Jubilar, acontecimiento que la Iglesia universal convoca cada veinticinco años como período extraordinario de gracia y renovación espiritual. Esta circunstancia privilegiada nos invita a un ejercicio profundo de conversión personal y comunitaria, examinando nuestra vida a la luz del Evangelio. La llamada jubilar a la peregrinación y a la reconciliación resuena con particular intensidad en este momento de profunda transformación cultural y social que afecta a la vida de la Iglesia. La progresiva secularización de la sociedad europea, especialmente marcada en las últimas décadas, plantea desafíos inéditos para la comunidad cristiana. Ya no es posible mantener los esquemas pastorales heredados de una época en la que el cristianismo conformaba mayoritariamente la cultura y la vida social. Esta nueva situación, lejos de paralizarnos, nos invita a repensar con creatividad y fidelidad nuestro modo de vivir y dar testimonio de Cristo, Palabra de Vida para el mundo.

El presente documento quiere contribuir a esa conversión pastoral y misionera desde la confianza en que el Espíritu Santo sigue guiando a su Iglesia en cada época histórica. Como los peregrinos que atraviesan la Puerta Santa, este tiempo cuaresmal nos invita a una renovación profunda que nos permita redescubrir lo esencial de nuestra fe. Nuestra propuesta se inspira en la Palabra de Dios que todo lo ilumina con una luz nueva, en la experiencia de los primeros cristianos que supieron dar un testimonio convincente en su entorno social y en las orientaciones del magisterio reciente que nos invitan a una conversión pastoral para responder a los desafíos actuales.

A lo largo de estas páginas exploraremos cómo el espíritu del Jubileo puede ayudarnos a transformar una «Iglesia de cristiandad» en una comunidad que, siendo minoritaria, puede ofrecer un testimonio significativo en el mundo contemporáneo. Este Año Santo nos recuerda que la esperanza cristiana se fundamenta en la fe y se expresa en el ejercicio de la caridad, impulsándonos hacia una Iglesia más universal y con un gran deseo evangelizador. Examinaremos las claves de la notable expansión del cristianismo en sus primeros siglos, no  para copiar métodos del pasado, sino para descubrir orientaciones que iluminen nuestro presente. De manera particular, profundizaremos en la importancia de forjar una identidad cristiana clara y significativa, capaz de inspirar comunidades vivas que encarnen las bienaventuranzas en medio del mundo. Esta renovación comunitaria que anhelamos hunde sus raíces en la conversión personal de cada creyente: las transformaciones que aquí se proponen solo serán posibles si las asumimos como invitación al cambio en su propia vida. Por ello, animamos a leer estas páginas en clave de conversión personal, permitiendo que el espíritu cuaresmal y la gracia del Año Jubilar nos ayuden a reconocer aquellos aspectos de nuestra vida que necesitan ser transformados para un seguimiento más auténtico de Cristo.

Esta invitación a la reflexión y conversión jubilar se construye en progresión. En primer lugar, nos referimos a la transición que estamos viviendo y sus implicaciones para la vida eclesial. Después desarrollamos algunas claves de interpretación bíblica que nos ayuden a preparar el futuro. Pasamos luego a examinar la experiencia de la Iglesia primitiva, especialmente lo que se refiere a su capacidad para formar comunidades con un estilo de vida atrayente, basada en la confianza de que Dios actúa a su modo y en sus tiempos. Estos elementos nos permitirán identificar las claves del testimonio cristiano que Cristo pide de su Iglesia y este mundo necesita. Finalmente, señalaremos algunos de los rasgos de una Iglesia renovada en los que queremos progresar para que nuestras comunidades puedan ser signos de la belleza y de esa mayor esperanza que llega con el Evangelio.

No pretendemos ofrecer recetas simples para problemas complejos, sino más bien proponer claves de discernimiento personal y comunitario que nos ayuden a vivir esta Cuaresma jubilar como una oportunidad única de renovación evangélica. Os invitamos a leer estas páginas con espíritu de apertura y esperanza, orando y confrontándonos desde ellas, confiando en que el mismo Señor que ha sostenido a su Iglesia a lo largo de la historia sigue actuando hoy en medio de nosotros, especialmente en este tiempo de particular bendición que representa el Año Santo 2025. 

Descargue y lea el documento completo:

► EL CONTRASTE PACIENTE 
► ERAMAN ONEKO ERKATZEA

Fuente: iglesianavarra.org

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