Esta noticia que nos llega de las Islas Baleares es un claro ejemplo de cómo se viene vulnerando en España el derecho a la educación religiosa. Según la Disposición Adicional Segunda del decreto 82/2008 del Govern anterior, los alumnos de Bachillerato que no cursan Religión tienen la opción de permanecer en el centro para estudiar o irse a sus casas.
Además, la asignatura de Religión se pone a primera o última hora y los autobuses van o vienen en el horario en que lo hacen los alumnos que no cursan Religión. Como es natural, el descenso del alumnado de Religión en el curso que entró en vigor esta Disposición, 2008-2009, fue sustancial: disminuyó en un 65%.
Los obispos de Baleares pusieron una denuncia por vulnerar los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 y los artículos 14, 16 y 27.3 de la Constitución Española y la justicia les ha dado la razón, obligando a la Administración a poner alternativa evaluable a la Religión a partir del curso que viene.
Habría que reflexionar sobre situaciones como la vivida en Baleares cuando tantas veces se habla de descenso de alumnado en Religión. Si las Administraciones hacen en la práctica imposible o heróico cursar una asignatura, el alumnado desciende. Es evidente.
Pero esta ha sido la tónica habitual que se ha vivido en España en los últimos tiempos. Se han incumplido sistemáticamente los Acuerdos suscritos entre el Estado Español y la Santa Sede en 1979 (según los cuales debe enseñarse la Religión católica «en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales») y la Constitución haciendo imposible la enseñanza religiosa.
Ahora, desde el sectarismo más ideológico, se utiliza el «descenso» del alumnado de Religión para reivindicar la salida de la asignatura del horario escolar; o se apela al cambio que se ha dado en la sociedad en los últimos treinta años para pedir la revisión de unos Acuerdos que el Estado no ha cumplido.
Lo que realmente ha ocurrido es que en España, con apariencia democrática, los ciudadanos no han podido ejercer su derecho a la libertad religiosa.
Los alumnos de Bachillerato deberán cursar una alternativa a la Religión
El Govern renuncia a recurrir la sentencia que daba la razón a los obispados
M.GONZÁLEZ | Eivissa | 11/03/2012
A partir del próximo curso los alumnos de Bachillerato de las Islas deberán cursar una alternativa académica y evaluable a la asignatura de Religión, algo que en estos momentos no hacen. Y es que el Govern del PP ha renunciado al recurso de casación interpuesto contra la sentencia del TSJB que establece esta obligatoriedad, por lo que ésta ya es firme.
Con este fallo, el TSJB había dado la razón en la pasada legislatura a los obispados de Mallorca, Menorca y Eivissa al declarar no conforme a derecho y nulo el apartado 4 de la Disposición Adicional Segunda del Decreto 82/2008, aprobada por el anterior Govern del Pacte, que regula la estructura y el currículum de Bachillerato, en el que se especifica que el alumno que no opte a las enseñanzas de Religión puede permanecer o no en el centro, realizando actividades de estudio.
Las tres diócesis
Las tres diócesis, representadas por el abogado Marc González, y las entidades Escola Catòlica, Confaecib y la Plataforma de Profesores de Religión habían recurrido, por separado, este Decreto del anterior Govern, solicitando la anulación de la Disposición Adicional Segunda por considerar que «vulnera el Acuerdo de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, y los artículos 14, 16 y 27.3 de la Constitución».
Las partes demandantes argumentaron que esta Disposición trata la enseñanza de la Religión discriminatoriamente al no contar con alternativa, de manera que el alumno que no la cursa dispone de más tiempo libre y su estudio puede concentrarse en un número inferior de materias». Además, se alegó que los institutos programaban esta materia «a primera o a última hora y que los autobuses llegan y se van de los institutos en los horarios correspondientes a los alumnos que no hacen Religión».
La consecuencia es que en el curso 2008-09, en que entró en vigor el Decreto, «la Religión perdió un 65% de alumnos con respecto al curso 2005-06, al pasar de 288 a 86 alumnos».
En su respuesta, el TSJB se centraba en la vigencia del Acuerdo del Estado y la Santa Sede de 1979, que establece que el plan de Bachillerato ha de incluir la enseñanza de la Religión católica «en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales».
La Conselleria d´Educació tiene varias opciones: incluir en el currículum una materia alternativa, como Historia de las Religiones, por ejemplo, o convertir la asignatura de Religión en una materia optativa más de las ramas del Bachillerato.
Fuente: www.ultimahora.es
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