El pasado viernes, en un encuentro con jóvenes extremeños, el presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció en Mérida que una de sus primeras medidas en caso de llegar a la Moncloa sería reconducir la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) que, según él, «no sirve para nada», a transmitir el espíritu emprendedor.
Asimismo, Mariano Rajoy, afirmó que el principio inspirador de la política económica de su partido «es crear empleo y para eso hay que ayudar al que lo crea, el emprendedor», al tiempo que subrayó que «España necesita al menos un millón de emprendedores» y alentó a los jóvenes a «confiar en sus fuerzas y a formarse».
Rajoy hizo estas declaraciones durante un encuentro con los jóvenes en la isla del río Guadiana de Mérida, arropado por el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, y el candidato popular a la alcaldía de la ciudad, Pedro Acedo. Previamente, había participado en un desayuno con la Asociación de la Empresa Familiar e inaugurado la nueva sede del PP de Extremadura.
Ante esta noticia, queremos recordar desde estas páginas que Educación para la ciudadanía se implantó en 2006 como una asignatura obligatoria para todos los alumnos. En ella se imparte una visión antropológica cerrada a la trascendencia y relativista en el plano moral, en la línea de la ideología de género y el feminismo radical. En palabras de su máximo inspirador, Gregorio Péces-Barba, la puesta en marcha de esta materia justificaba toda la legislatura. Además, la introducción de esta asignatura supuso la reducción del horario lectivo de Religión Católica, que es una asignatura optativa y no computa para el expediente académico ni la nota media del alumno. Hay que recordar también que en Navarra fue UPN quien introdujo Educación para la ciudadanía quitando sendas horas de Religión Católica en 3º y 4º de la ESO y fue el único gobierno de España que no siendo socialista instauró esta asignatura el primer año de su entrada en vigor, cuando la ley no obligaba a ello. Tampoco permitió el ejecutivo de Miguel Sanz la objeción de conciencia de los padres frente a esta polémica asignatura.
Así las cosas, es evidente que tanto UPN como PP son partícipes de esta violación de la libertad religiosa y educativa que supone Educación para la ciudadanía.