- Directores de institutos creen que la reforma será un problema para la organización de centros
Los profesores y los padres de alumnos coinciden en que no se debe ampliar el Bachillerato a costa de quitar un curso a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, anunció la semana pasada en su discurso de investidura la necesidad de ampliar los estudios postobligatorios de Bachiller para conseguir unos mejores resultados académicos y frenar el fracaso escolar. Pero no quedó claro si esta ampliación se hará a costa del último curso de ESO o se ampliará al terminar el actual Bachiller. En principio, parece que la educación obligatoria se mantendrá hasta los 16 años (como hasta ahora) pero el Ejecutivo central quiere promover los itinerarios en el último curso de Secundaria según los intereses y capacidades de los escolares. El consejero de Educación del Gobierno foral, José Iribas, cree que «debe estudiarse con detenimiento» la ampliación de este nivel postobligatorio (al que se accede con el título de ESO). Y reconoce que muchos docentes lamentan que los actuales contenidos del Bachiller «están a veces comprimidos». Este curso hay en Navarra 8.460 bachilleres (16-18 años) matriculados en colegios e institutos, el 7% del alumnado.
José Iribas insiste en que «hay que fortalecer» la ESO y «no se deben rebajar un ápice los contenidos». «Hay que garantizar que los alumnos salgan con una formación relevante. Pero a 4º de ESO hay que darle un carácter diversificador, con diferentes itinerarios», apuntó el consejero que aplaude el consenso educativo al que ha llamado Rajoy porque la educación es «una cuestión de Estado». Una opinión similar sostiene el presidente de la Asociación de Directores de Instituto (ADI) y director del IES Biurdana de Pamplona, Javier Mangado. «Los itinerarios en la ESO deben elegirse en coordinación con las familias. Hay alumnos que a los 16 años son maduros pero otros no , y hay que orientarles porque no saben qué elegir. Se debe poder rectificar la decisión y que si se ha optado por un itinerario, luego se pueda cambiar», dice este profesor de Biología.
¿Mejor formados?
Dos de los objetivos de la ampliación del Bachiller son, según Rajoy, «elevar el nivel cultural de España» que obtiene unos «malos» resultados en el Informe PISA (a nivel internacional) y reducir la «inaceptable» tasa de fracaso escolar: la media nacional de alumnos que no consigue el título de ESO, el mínimo para trabajar, es del 30% en España (en Navarra baja al 20%). «Pero, ¿se va a garantizar que al ampliar el Bachiller los alumnos salgan mejor formados? Puede que sí pero ya vimos que con el sistema anterior (tres cursos de BUP y el COU) la enseñanza obligatoria acababa antes. Hay que garantizar las mismas oportunidades a todos los alumnos», reflexiona Mangado. Diferente es la visión de los responsables de CECE, la patronal de centros concertados de iniciativa social. «Es necesario elevar el nivel cultura en España. Para ello es necesario que los valores de esfuerzo , responsabilidad y exigencia vuelvan a las aulas. Vemos necesario incrementar la calidad del Bachiller pero para enjuiciar si es positiva o no su ampliación habrá que esperar a ver cómo se lleva a cabo esta reforma». También apuestan por «una educación de calidad en igualdad de condiciones para todos y que vaya dirigida a la excelencia».
Los responsables de ANEG (Asociación Navarra de Educación y Gestión), la patronal de los colegios católicos, se muestran cautos para valorar el beneficio o no de la nueva estructura del Bachiller. «Hay que esperar a conocer el contenido». «Pero si la propuesta va a ser comenzar el Bachiller un año antes que ahora va a suponer muchos problemas en la organización de 4º de ESO«, apunta el presidente de esta patronal, Agustín Ortiz, director del colegio Cardenal Larraona de Pamplona. Además, opina que de ser así la propuesta muchos centros que no imparten Bachiller y FP perderían alumnos en 4º de ESO. «Porque es de suponer que los escolares harían ese curso en el centro en el que fueran a cursar después el Bachiller o la FP». Esta patronal dice que «para no interferir en la etapa obligatoria» se debería transformar 4º de ESO en un curso de orientación o prolongar un año el Bachiller.
Javier Mangado teme que, sea como sea, la reforma va a suponer «un problema para la organización de los centros». «Si finalmente el Bachiller es un año más, se van a necesitar más horas de clase y más docentes. Y en los actuales momentos de crisis, no parece que quieran ir por esa vía».
Los itinerarios en la ESO enfrentan a las familias
La separación de los escolares en la ESO según sus capacidades e intereses, como anunció Rajoy, ha generado el debate. Y ha suscitado diferentes opiniones entre los padres de alumnos. Las familias que llevan a sus hijos a colegios e institutos públicos (federación Herrikoa) rechazan la propuesta mientras que los padres que han optado por la enseñanza concertada (Concapa) la aplauden. Herrikoa es la federación de padres mayoritaria en Navarra. Agrupa a 150 apymas (asociaciones de padres y madres) y representa a unas 30.000 familias. Concapa, la federación de padres católicos, engloban a unas 43 apymas y a alrededor de 14.000 familias.
El presidente de Herrikoa, Santiago Álvarez Folgueras, apuesta por una «educación común para todos los alumnos hasta los 16 años». «El sistema educativo garantiza así una educación básica para todos los niños y niñas independientemente del nivel socioeconómico y cultural de su familia y de sus características personales«, recalca. El presidente de Concapa, Alfonso Aparicio Basauri, considera, sin embargo, «muy positivo» que exista una diversificación en la ESO. «Así se conseguirá reducir el fracaso escolar y se elevará el nivel».
Santiago Álvarez considera que se caería en un riesgo de «desigualdades por razón de capacidades». «¿Volveríamos al Bachillerato de los listos y a la FP de los torpes? Centros y padres siempre hemos demandado un impulso de la FP y no parece que este sea el camino». En el caso de la ampliación de un año de Bachillerato y el retraso en el acceso a la universidad cree que se producirá un «caos» en los centros al necesitarse más aulas, profesores… Diferente es la opinión de Alfonso Aparicio. «Creemos que es muy positivo ampliar el Bachiller tres años porque los dos cursos actuales se quedan muy justos. Así los alumnos saldarán más preparados para ir a la universidad». Álvarez, sin embargo, cree que, aunque es importante acceder a la universidad con mayores capacidades, «más necesario es que el mayor número posible de ciudadanos adquiera el mejor nivel educativo posible».
LAS CLAVES
Unos estudios postobligatorios. Para acceder al Bachillerato hay que contar con el título de graduado en ESO (16 años). Finalizados los dos cursos actuales de Bachiller, los escolares pueden ir a la universidad o cursar una Formación Profesional de Grado Superior (también de 2 años).
Ciencias, Letras, Artes… Los alumnos que cursan Bachiller pueden elegir entre diversas modalidades: Científico-Técnico, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, Humanidades, Artes (Artes Plásticas o Escénicas, música y danza). Cada opción sirve para acceder a determinadas titulaciones (por ejemplo, Ciencias de la Salud para cursar Medicina o Tecnología para seguir alguna Ingeniería).
Más en institutos y en castellano. 6 de cada 10 bachilleres estudian en centros públicos y el resto, en colegios concertados. La mayoría (el 66%) opta por el modelo G (enseñanza en castellano), seguidos por los que eligen el modelo A (castellano con asignatura de euskera) y el D (euskera).
Nocturno y a distancia. 321 adultos cursan Bachillerato nocturno y 349, a distancia, en centros públicos.
Fuente: www.diariodenavarra.es