Los laicistas antirclericales están que rabian porque en el currículum de la asignatura católica se ha introducido, entre otras cosas, el aprendizaje de algunas oraciones. Los facistoides de nuevo cuño se dan golpes en el pecho diciendo que volvemos a los tiempos de Franco, en los que se rezaba en las clases. Si algo odia esta gente es ver a un cristiano rezando, pero mucho más si el cristiano es un niño. Y es que, aunque lo desprecian, deben intuir que Dios tiene una especial querencia a las peticiones de los más pequeños. Quizás recuerdan que, siendo ellos pequeñajos, alguien les contó que Jesucristo dijo aquello de “dejad que los niños se acerquen a mí».
El caso es que lo que se pretende es que la asignatura enseñe material propio de la religión católica. Y dentro de ese contenido figuran, faltaría más, algunas oraciones.
Aunque sé que intentar razonar con esta gente es como intentar convencer a un yihadista de la maldad de sus acciones, hay un argumento que van a entender aunque lo sigan rechazando. A saber, se puede ser perfectamente ateo y licenciarse en teología. Basta con que la persona sepa el contenido que se le imparte en las asignaturas de la carrera, aunque no esté de acuerdo con el mismo. Ese licenciado en teología sabrá explicar en qué consiste el dogma de la Trinidad aunque no crea en la existencai de Dios.
Es decir, enseñar a un niño la oración del padrenuestro no signifca que se le obligue a rezarlo, sino que le obliga a escribir en un examen esa oración, y de otras, para recibir una buena nota.
En todo caso, lo que de verdad está en juego es algo que va más allá de los curriculums. El problema es que esos totalitarios pretenden negar a los padres el derecho a que sus hijos reciban en la escuela la formación religiosa que ellos quieren. Les da igual que la Constitución garantice ese derecho. No les basta con que sus hijos no reciban la asignatura. Quieren que los hijos de los demás tampoco la reciban.
Son peores que el perro del hortelano, que ni comía ni dejaba comer. Un perro no tiene capacidad de pensar como una persona. Ellos sí la tienen. Y la ejercen para atacar todo lo que huela a religión, especalmente si es la religión católica. Dada la evolución de la vaina sociopolítica de este país, es cuestión de tiempo el que consigan su objetivo. De hecho, gracias al Partido Popular, ya lo han conseguido en el Bachillerato. Depende de los centros, y no de los alumnos o de los padres, que exista la posibilidad de estudiar la asignatura de religión en esa etapa escolar. Y es que, como ya deberían saber todos los católicos, el PP es un partido tan pagano y anticristiano como el resto. Y cada vez disimula menos.
Luis Fernando Pérez Bustamante
Fuente: www.infocatolica.com