AUMENTAR LA EDAD DE CONSENTIMIENTO SEXUAL

INDIGNADO Y ESPERANZADO

29-10-2012. Javier Urra

Como Presidente de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica, las dos últimas semanas he estado con Jueces y Fiscales en Sao Paulo, Guayaquil y Quito, pero he seguido el suceso dramático de El Salobral.

He sentido no estar en España para dar respuesta a los distintos informativos de TV que me lo solicitaron.

Esta es una de las ocasiones en que los periodistas realizan una magnífica labor haciendo llegar a los legisladores el clamor ciudadano para aumentar la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales con adultos.

En 1996 al ser nombrado primer Defensor del Menor mis primeras palabras en la Asamblea de Madrid fueron en ese sentido, junto a otras instituciones conseguimos un exiguo aumento, pasando de 12 a 13 años, a todas luces insuficiente.

Todavía estoy a la espera de una explicación razonada para no alcanzar los 15 o 16 años.

La psicología evolutiva nos recuerda la falta de madurez para anticipar consecuencias emocionales de estas relaciones desiguales, que pueden ser de pasión y deslumbramiento, pero no de amor.

Recordemos que los jóvenes no pueden conducir antes de los 18 años, no pueden beber alcohol y lo que es más sangrante, no pueden elegir a los diputados que debieran protegerles en edades tan tempranas de adultos amorales, que anteponen su propio yo, al beneficio de niños/as que están en edad de jugar y de relacionarse con los iguales.

Si tanto se quiere a una niña espérese hasta su mayoría de edad para ver qué valoración obtiene.

En la situación actual los progenitores están desprotegidos.

Son muchos los padres que me llaman por teléfono o me remiten mails mostrándome su angustia. Es más en el Campus de Brea de Tajo tenemos algunas niñas que esta preocupante situación ha conducido a sus padres a optar por este distanciamiento defensivo.

Hemos visto las consecuencias con tres víctimas, no pospongamos la modificación legislativa. Proteger a los niños no es coartar su libertad.

La sociedad está perpleja, no se lo puede explicar, cuando la esperanza de vida aumenta no hemos de rebajar la etapa infantil.

No se me escapa el desarrollo de algunos menores, su capacidad de seducción, su puntual enamoramiento, pero no dejemos la puerta entreabierta a auténticos abusadores.

Confío en que se haga un seguimiento de la necesaria tramitación parlamentaria.

Fuente: www.javierurra.com

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