UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA APUNTARSE A LA CLASE DE RELIGIÓN

Por Mons. Julián Ruiz Martorell el 11 de junio de 2012

   Queridos hermanos en el Señor:

Os deseo gracia y paz.

Con los últimos compases del año escolar llega una nueva oportunidad para apuntarse a la clase de Religión, esta vez en Enseñanza Secundaria y Bachillerato.

La Iglesia siempre ha subrayado la responsabilidad de las familias en la educación integral de los hijos. El Santo Padre Benedicto XVI decía el pasado 3 de junio, en el VII Encuentro Mundial de las Familias: “Queridos esposos, cuidad a vuestros hijos y, en un mundo dominado por la técnica, transmitidles, con serenidad y confianza, razones para vivir, la fuerza de la fe, planteándoles metas altas y sosteniéndolos en la debilidad”.
Es necesario ofrecer a los adolescentes y jóvenes un itinerario de formación que integre todas las dimensiones de la persona y articule orgánicamente contenidos, métodos, experienciasy también la exposición clara de los auténticos valores.

La comunidad educativa se configura como espacio de formación para la persona y de las personas. Su objetivo es formar la persona en la unidad integral de su ser hasta llegar allí donde se forman “los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida” (Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 18).

La Enseñanza Religiosa Escolar desempeña una gran tarea: ayudar a la juventud a descubrir el sentido de la vida. Contribuye a discernir el perfil de lo verdadero, de lo bueno y de lo bello.

La pregunta por el sentido de la vida encuentra en el Evangelio la respuesta más convincente. Los interrogantes e inquietudes que surgen en la adolescencia y juventud necesitan una luz. Las crisis de indiferencia y duda y los procesos de alejamiento pueden encontrar en la clase de Religión y Moral Católica un cauce para que la experiencia de fe crezca en extensión y profundidad.

El proceso educativo de los alumnos se desarrolla en un proyecto global. La posición crítica de los adolescentes y jóvenes es también una oportunidad para profundizar más intensamente en la fe y para vivir un compromiso responsable en la acción.

En la clase de Religión, los alumnos se encuentran en un ambiente nuevo, iluminado por la fe y con características peculiares. Se trata de un ambiente dotado de la luz procedente del espíritu evangélico de caridad y libertad. Un ambiente donde todos perciben la presencia viva de Jesucristo que, hoy como siempre, camina por los senderos de la historia y es el único “Maestro” en quien todos los valores encuentran su plenitud.

La clase de Religión y Moral Católica hace presente el Evangelio a los alumnos en su proceso personal de asimilación, sistemática y crítica, de la cultura.
La Enseñanza Religiosa Escolar aparece como disciplina escolar, con la misma exigencia de sistematicidad y rigor que las demás materias. Presenta el mensaje y acontecimiento cristiano con la misma seriedad y profundidad con que las demás disciplinas presentan sus contenidos. No se sitúa, sin embargo, junto a ellas como algo accesorio, sino en un necesario diálogo interdisciplinar.

 Agradecemos el esfuerzo y la dedicación de los Profesores de Religión que desempeñan su labor con entusiasmo, capacidad de sacrificio y entrega generosa.

Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

Fuente: www.agenciasic.es

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