PROFECÍAS SOBRE LA PASIÓN DE CRISTO

La Pasión de Jesús se anuncia en el Antiguo Testamento

Varios siglos antes del mismo nacimiento de Cristo, los libros bíblicos del Antiguo Testamento prefiguran de manera sorprendente y conmovedora la muerte que Nuestro Señor voluntariamente abrazaría por amor nuestro. Aquí van unos ejemplos significativos (no es una lista exhaustiva):

Libro segundo de los Reyes

  • Ellos extenderían sus mantos ante Él (entrada en Jerusalén): «cada uno se apresuró a tomar su manto y lo colocó a sus pies sobre el empedrado» (2Reyes 9, 13).

Libro de los Salmos

  • Sería traicionado por un amigo: «Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba, el que mi pan comía, levanta contra mí su calcañar» (Sal 49, 9).
  • Se repartirían sus ropas: «reparten entre sí mi ropa, se echan a suertes mi túnica» (Sal 22, 19).
  • Sobre la Cruz, el Señor dice las palabras del Salmo 22: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?».
  • Sus huesos no serían quebrantados: «todos sus huesos guarda, no será quebrantado ni uno sol» (Sal 34, 21).
  • Se burlarían de él los que le miraran: «todos cuantos me ven de mí se mofan, tuercen los labios y menean la cabeza» (Sal 22, 8).
  • Tendría sed: «mi paladar está seco como teja y mi lengua pegada a mi garganta» (Sal 22, 16).
  • Le darían vinagre: «han apagado mi sed con vinagre» (Sal 69, 22).

Libro de Isaías

  • Sería azotado, maltratado y escupido: «ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los insultos y salivazos (Is 50, 6).
  • Aparecería desfigurado: «tan desfigurado tenía el aspecto que no parecía hombre, ni su apariencia era humana» (Is 52, 14).
  • Humillado: «despreciado, marginado, hombre doliente y enfermizo, como de taparse el rostro por no verle» (Is 53, 3). «Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado» (Is 53, 4). «Con sus cardenales hemos sido curados» (Is 53, 5). «Como un cordero al degüello era llevado» (Is, 7). «Se puso su sepultura entre los malvados y con los ricos su tumba» (Is 53, 9).

Libro de Zacarías

  • Entrada en Jerusalén: «humilde y montado en un asno, en una cría de asna» (Zac 9, 9).
  • Vendido por treinta monedas: «ellos pesaron mi jornal: treinta siclos de plata», «tomé, pues, los treinta siclos de plata y los eché en el tesoro del templo de Yahvé» (Zac 11, 12).

Libro de Oseas

  • Resucitaría al tercer día: «Dentro de dos días nos dará la vida, al tercer día nos hará resurgir y viviremos en su presencia (Os 6, 2).

Libro de Jonás

  • Resucitaría al tercer día: «Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches» (Jon 2, 1).

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