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VIAJE APOSTÓLICO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A SRI LANKA Y FILIPINAS
En la conferencia de prensa durante el vuelo de Manila a Roma, el Santo Padre explica a un periodista a qué se refiere con la «colonización ideológica de la familia»
Lunes 19 de enero de 2015
Cuarta pregunta, Jan-Christoph Kitzler, de la radio alemana Ard, en nombre del grupo alemán:
Gracias, Santo Padre. Quisiera volver un momento al encuentro que tuvo con las familias. Allí habló usted de “colonización ideológica”. ¿Nos podría explicar mejor este concepto? Después hizo referencia al Papa Pablo VI, hablando de casos especiales que son importantes en la pastoral familiar. ¿Nos puede poner algunos ejemplos de estos casos especiales y decirnos si sería necesario abrir caminos, ensanchar los “pasillos” de estos casos?
Papa Francisco: La colonización ideológica: pondré sólo un ejemplo, que yo mismo presencié. Hace veinte años, en 1995, una señora Ministra de Educación había pedido un importante préstamo para poder construir escuelas para pobres. Le concedieron el préstamo con la condición de que en las escuelas los niños, a partir de un cierto grado, tuvieran un determinado libro. Era un libro escolar, un libro bien preparado didácticamente, en el que se enseñaba la ideología de género. Esta señora necesitaba el dinero del préstamo, pero ésa era la condición. Fue inteligente y dijo que sí; luego mandó hacer otro libro y dio los dos, y así lo consiguió.
Eso es la colonización ideológica: entrar en un pueblo con una idea que no tiene nada que ver con él; con grupos del pueblo sí, pero no con el pueblo, y así colonizar un pueblo con una idea que cambia o pretende cambiar su mentalidad o su estructura. Durante el Sínodo de los Obispos, los obispos africanos se quejaban de esto, que es como poner ciertas condiciones para conceder un préstamo. Hablo sólo de este caso que he conocido. ¿Por qué digo “colonización ideológica”? Porque aprovechan las necesidades de un pueblo o sus niños para entrar y hacerse fuertes. Pero esto no es nuevo. Lo mismo hicieron las dictaduras del siglo pasado. Llegaron con su doctrina. Recuerden a los “Balilla”, a la Juventud Hitleriana… Colonizaron al pueblo, lo querían colonizar. Pero ¡cuánto dolor! Los pueblos no pueden perder la libertad. El pueblo tiene su cultura, su historia; cada pueblo tiene su cultura. Cuando los imperios colonizadores imponen sus condiciones, pretenden que los pueblos pierdan su identidad y que se cree uniformidad. Ésa es la globalización de la esfera: todos los puntos son equidistantes del centro. Pero la verdadera globalización –me gusta decir esto– no es la esfera. Es importante globalizar, pero no como la esfera, sino como el poliedro, es decir, que cada pueblo, cada parte, conserve su identidad, su ser, sin ser colonizado ideológicamente. A esto llamo “colonizaciones ideológicas”. Hay un libro –perdónenme si hago publicidad–, quizás por el estilo puede resultar un poco pesado al principio, porque fue escrito en 1907 en Londres… Su autor vio este drama de la colonización ideológica en su tiempo y lo describió en su libro. Se titula Lord of the World, escrito en 1907. Su autor es Benson. Les aconsejo que lo lean. Así entenderán lo que quiero decir con “colonización ideológica”. Esto en cuanto a la primera pregunta.
La segunda: ¿qué quise decir de Pablo VI? Ciertamente la apertura a la vida es condición para el sacramento del matrimonio. Un hombre no puede casarse sacramentalmente con una mujer ni una mujer con un hombre si no están de acuerdo sobre este punto de estar abiertos a la vida. De tal manera que, si se puede probar que él o ella se casaron con la intención de no estar abiertos a la vida, ese matrimonio es nulo; la apertura a la vida es causa de nulidad matrimonial. Pablo VI estudió esto con una comisión: cómo hacer para ayudar a los múltiples casos, a los muchos problemas, problemas importantes que tienen que ver en el amor de la familia. Problemas de todos los días. Muchos, muchos… Pero había algo más. El rechazo de Pablo VI no era a los problemas personales, sobre los que más tarde dijo a los confesores que tenían que ser misericordiosos y entender las situaciones y perdonar o ser misericordiosos, comprensivos. Él miraba, más bien, al neo-malthusianismo universal que se estaba imponiendo. ¿Y cómo se reconoce este neo-malthusianismo? La tasa de natalidad está por debajo del 1% en Italia, lo mismo que en España. El neo-malthusianismo defendía un control de la humanidad por parte de las potencias. Esto no quiere decir que el cristiano tenga que hacer hijos en serie. Hace algunos meses, reñí a una señora en una parroquia porque estaba embarazada de su octavo hijo después de siete cesáreas: “¿Quiere usted dejar a sus siete hijos huérfanos?”. Eso es tentar a Dios. Se habla de paternidadresponsable. Ése es el camino: la paternidad responsable. Lo que quise decir es que Pablo VI no tuvo una visión trasnochada, cerrada. No, fue un profeta, que nos dijo: “Tengan cuidado con el neo-malthusianismo que está llegando”. Eso fue lo que quise decir. Gracias.
Fuente: www.vatican.va