Si ya la ley educativa del Gobierno del PP (Lomce), con su sesgo materialista y relativista y su reducción de la Religión a una sola sesión (que han aprovechado los supuestos detractores de Wert), conllevaba una devaluación de la enseñanza religiosa, ahora, la reforma educativa de la ministra Celaá da un paso más en esa línea con su Proyecto de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe).
Esta enésima reforma educativa profundiza en la línea de la imposición ideológica estableciendo una asignatura obligatoria de «valores cívicos y éticos» en la que el Gobierno podrá inculcar de hecho su programa político y antropológico a todos los alumnos.
Por su parte, la Religión deja de tener una asignatura alternativa (todavía no han aclarado cómo se va a gestionar esto en los centros), con lo que se diluye entre un conjunto de optativas perdiendo aún más ese carácter de asignatura fundamental que le corresponde. Por si fuera poco, deja de contar de cara al acceso a la Universidad o la obtención de becas como cualquier asignatura.
En definitiva, nos encontramos ante otra vuelta de tuerca en la usurpación de los derechos fundamentales de la persona y de la sociedad («los hijos no pertenecen a los padres«), que no hace más que deteriorar más la Educación y aumentar el hartazgo de las familias y el profesorado, que ven una vez más cómo los partidos políticos hacen de la Educación el coto privado de sus intereses.
Se nota que la gente está desarmada. Estos abusos se dan menos en EEUU…
Los políticos no tienen ningún miedo al pueblo.
Hauek al dira askatasunak???