Ordenado el 27 de enero tras una vida dedicada a la pastoral de las cárceles, lleva quince días “obedeciendo y escuchando”. Cree “una falta de respeto” introducir cambios “tan pronto”. Subraya que “nadie por su origen, por su lengua, por su sexo o ideología política puede quedar al margen de la Iglesia”. Visita estos días conventos y parroquias. Empezó por la más pobre.
- PILAR FERNÁNDEZ LARREA
Publicado el 11/02/2024 a las 05:00
Quedamos a las 5 de la tarde de este viernes en la casa arzobispal de Pamplona. Llega Florencio Roselló de la calle. Con su pequeño juego de llaves trata de abrir una puerta que aún se le resiste. Finalmente llama al telefonillo. Ha comido con empresarios, ha compartido mesa con la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite. Ordenado arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela el 27 de enero, dice que lleva dos semanas obedeciendo. El miércoles comió en la residencia Santa María de Caritas con transeúntes. Se siente cómodo en los márgenes, toda la trayectoria de este fraile y sacerdote mercedario ha transcurrido en las cárceles, pero subraya que ahora es “arzobispo de todos”. El séptimo desde que en 1956 el papa Pío XII elevó Pamplona a archidiócesis.
¿Qué Iglesia se ha encontrado?
Cada vez me encuentro mejor, más a gusto, veo gente con ganas de trabajar, los laicos me saludan efusivamente y la vida consagrada me sorprendió porque hay mucha gente, llenaron la catedral el día 3, hay una Iglesia viva, que quiere tirar hacia adelante, leer el Evangelio y yo les animo a encarnarlo en la vida de cada día.
Ha dicho al encontrarnos que lleva dos semanas obedeciendo, en algún momento tendrá que empezar a mandar
Estoy escuchando, hablando con mucha gente de todo tipo, por convencimiento personal, yo hablo con todo el mundo, creyentes, no creyentes, sacerdotes, laicos, religiosas.., pero me parece una falta de respeto que yo venga y sin conocer tome decisiones. Por la mañana visito conventos, he empezado por los de clausura, me gusta madrugar.
¿A qué hora se levanta?
A las seis. Estoy un ratico en la capilla, a las ocho, ocho y media, que es cuando tienen las contemplativas la misa celebro la eucaristía, les aviso el día anterior para que no preparen mucha cosa. Desayuno con ellas, las voy conociendo, luego trabajo y por la tarde visito parroquias, he intentado empezar por las más pobres (la primera fue la del Pilar, en el barrio de Echavacoiz de Pamplona) y también sin avisar. Bueno, al párroco avisamos a mediodía. También he visitado alguna obra social a mediodía. Estuve en Santa María, una residencia muy maja de gente transeúnte, están viviendo dentro, alojados y comí con ellos, con las trabajadoras, Hijas de la Caridad, depende de Caritas. Es una forma de conocer la diócesis, salir, ver al sacerdote y a las congregaciones en su espacio natural y las obras sociales, la vida de los pobres.
Creí que la primera visita iba a ser a la cárcel
Sí eso la gente lo pensaba. Iré, quiero ir en Jueves Santo, a lavarles los pies. No es porque el Papa lo haga, lo he hecho muchos años antes. Pero soy obispo de todos y no puedo dedicarme ahora solo a la cárcel, tienes una relación afectiva por todo lo vivido sí, pero aquí hay mucha realidad y muy rica de obra social, mantengo esa relación, pero tengo que ser obispo de todos.
Le preguntaron alguna vez cómo fue acostarse mercedario y levantarse obispo
Una sorpresa para todos, empezando por mí, el primero que me enteré, y también para la diócesis. Eran siglos que no había una ordenación episcopal así. Una vez que contesté al Papa, ya era mercedario pero obispo. Una vez digo que sí ya no miro hacia atrás. Mi historia personal me va a acompañar siempre, pero miro adelante. Me acuesto cada noche mercedario, pero soy obispo.
Mencionó tras su nombramiento al mercedario navarro José Sesma
Era y es mi director espiritual, lo conocí hace muchos años, lo que es el mundo de la cárcel lo aprendí de él. Para mí es referente, fue con la única persona que consulté. Su palabra y su oración me ayuda y me da seguridad. Además es de Corella y me ha dicho: tienes que ir. Si todo fuese bien, voy a la vuelta de mi pueblo, donde tengo que celebrar pronto, pasaría por allí. Si los tractores me dejan.
¿Qué piensa de la protesta de los agricultores?
Pues mira he grabado un audio para el domingo (por hoy). Soy hijo de agricultor y las mismas demandas de hace 40 años continúan ahora. Las entiendo, las comprendo, las apoyo, aunque a veces generen cierta incomodidad en la gente. La Iglesia tiene que estar con aquel que pasa necesidad y en este momento el campo la pasa. Trabajé con mi padre y es así, las mismas demandas.
Sin embargo en la diócesis las demandas han cambiado en estas décadas. Tenemos unos 300 sacerdotes, 735 parroquias ¿Cómo ensamblar esto?
En eso estamos, ahora tengo el retiro con cinco o seis grupos de sacerdotes, una manera de conocerlos y… no lo sé. Habrá que ver cómo atender a todo, y si el programa se mantiene.
Las iglesias están hoy más vacías
Es cierto que ahora se ve menos gente que en épocas pasadas. Hemos dejado de ser una Iglesia de masas, y creo que eso tampoco está mal. Pero como he dicho antes, veo una iglesia comprometida, la gente que participa en celebraciones, grupos, movimientos, es un cristiano más convencido, antes se participaba mucho por inercia, ahora desde el convencimiento de que Dios forma parte de mi vida, no como alguien con quien cumplir o quedar bien. Y a esas personas hay que acompañar y vengo a ello.
¿Prevé algún cambio, nombramiento?
No, solo confirmarlos. Yo no conozco a nadie y aunque conociese, creo que es muy pronto para tomar decisiones. A las parroquias que voy estoy un rato bueno con cada sacerdote, cómo se siente, cómo está, esas cosas creo que son importantes, primero para la persona y luego para la diócesis.
Como preguntábamos hace un mes a su antecesor, a pesar de la obra social de la Iglesia, en los últimos años está en los medios por dos cuestiones. La primera, los abusos sexuales a menores ¿Qué tiene que decir?
Me preocupa, vamos a reforzar, mantener la comisión para atender estos casos. Evidentemente, condeno todo tipo de abusos, es una lacra y la Iglesia ha hecho daño y ha sufrido con ese daño. Hablaba el otro día con tema de colegios, creo que se han trabajado bien los protocolos, los entornos seguros como prevención y se intentará la formación. Los casos se han atendido, algunos han salido absueltos, en otros ha habido sentencia. Lo condeno y hay que pedir perdón, aunque fuese solo uno, hay que pedir perdón.
El otro son las inmatriculaciones
Si hay alguna queja, algo que hemos hecho mal, está la vía de la justicia y si hay algo que no nos corresponde, no tenemos miedo en devolverlo a su dueño, en eso no vamos a hacer sangre. Igual que nosotros recurrimos a la justicia, si nos dice ese bien inmueble, ese patrimonio, no es de ustedes.
¿La puerta del Arzobispado estará abierta?
Sí sí, yo por principio o por venir del mundo que vengo, hablo con todo el mundo. Como me dijo el cardenal Omella en la ordenación, eres obispo de todos. Esta semana me he entrevistado con el alcalde de Pamplona, hoy con la presidenta de Navarra. Y les dije lo mismo a los dos, la sociedad es una, la calle es una, colaboremos cada uno desde nuestra realidad. Para hacer una Pamplona, una Navarra más justa y solidaria. Ellos tendieron la mano y yo la tendí también. No sé qué me deparará la vida aquí, pero yo he venido hablando con todo el mundo, con personas de toda ideología.
¿Tiene alguna preferencia política?
… Pues no. Aquí, como ha visto, con todo el mundo, lo demás forma parte de la esfera personal.
¿Le parece que la Iglesia camina con el freno de mano puesto?
Esa es una afirmación un poco general, creo que se han dado pasos importantes, hay mucho proyecto de tipo social, el papa Francisco nos ha ayudado a avanzar bastante. A lo mejor habrá que avanzar más, pero creo que no tiene el freno echado.
¿Qué idea tenía usted de esta diócesis antes de ser nombrado?
Infunde respeto. Estuve en septiembre en Pamplona para una charla en la biblioteca organizada el Gobierno de Navarra. Por la noche la gente de la pastoral penitenciaria me preguntó: Bueno, tú que estás en la Conferencia Episcopal, sabrás quién va a venir a Pamplona. Ni remotamente imaginaba que sería yo. Les dije no tengo ni idea, pero hombre, aquí tiene que venir ya un obispo hecho y derecho, con experiencia. Porque la Iglesia navarra tiene tradición, mucho compromiso misionero, ha habido hasta mil, ahora 500 que están fuera, tiene presencia fuerte de vida religiosa, mucho sacerdote, las Javieradas… eso te da una idea de que es fuerte, con mucha raíz, de muchos colores, que está al vaivén político también. Son circunstancias que causan respeto. Luego vienes aquí y bueno, a lo mejor ese concepto que tenías, vas conociendo y humanizando y lo vas viendo más cercano y a lo mejor no con tanto respecto como antes porque pones rostro a las situaciones.
Estuvo en Pamplona en septiembre y a los pocos días le llamó el Nuncio para anunciarle su nombramiento
Me envió un mensaje de texto y no hice caso. Hoy día nadie envía un mensaje de texto, más whatsapp. Llamé y me saltó el contestador. Pues vale. El miércoles me envía otro y pensaba que era una broma porque mi móvil lo tiene mucha gente. Me llama y tampoco y al final el viernes 13 me localiza.
¿Concilió el sueño?
Me costó, tampoco le dije que sí, lo tenía que pensar y orar y lo consulté con el padre José Sesma. La primera noche fue complicada.
Parte de su diócesis reza en euskera. ¿Aprenderá la lengua?
Lo voy a intentar. Creo que debo, por lo menos celebrar la eucaristía. Ya he hablado con un sacerdote, que me dé unas nociones, pero quiero ser sistemático, y al principio, antes de que se me complique la vida, de forma que pueda celebrar la misa. No ya hablarlo, eso me han dicho todos que sea realista. Pero celebrar sí, se lo debo a la diócesis.
Lo habló y bien en la ordenación
Me dijeron que no lo hice mal, un sacerdote me tradujo lo que quise decir en euskera y luego me envió los audios y hubo noches y mañanas en la capilla que los repetía 40 o 50 veces, sin exagerar, escuchaba y pronunciaba… y así.
¿Cómo es la vida de un obispo fuera de los días de mitra y báculo?
La entiendo como estar al servicio. Escribí una carta a los sacerdotes y a todos le di el móvil, que me llamen, que me escriban a cualquier hora, y los religiosos, religiosas, laicos. Toda mi vida ha sido servir y aquí no va a dejar de ser lo mismo. Pero cada día es distinto.
¿Cuántos mensajes recibe al día en ese móvil que tiene tanta gente?
30, 40, 50… de sacerdotes, gente con la que estaba antes y me preguntan cómo estoy, como si me hubiera ido a la guerra. Muchos pobres, madres.
¿Los responde todos?
Bastantes, o al menos un gracias.
¿Dónde celebra hoy?
San Miguel de Pamplona, por la campaña de Manos Unidas. En la parroquia hacen también mucha labor social.
Su trayectoria han sido las cárceles. Dijo en su ordenación que ha celebrado más Navidades entre rejas que fuera. ¿Cuando se encuentra con los presos les pregunta por qué están allí?
No, nunca. No voy a juzgar a nadie. Aunque luego te enteras. Como el papa Francisco, cuando llego a la puerta, pienso: por qué ellos y no yo, Señor. Han tenido una vida difícil.
¿Ha coincidido con presos de ETA?
Sí. () Los he tratado como a cualquier otro. Con unos me he llevado mejor que con otros, igual que con los demás.
Aboga por otro sistema de cumplimiento de penas
Sí, ha habido 140.000 medidas penales sustituidas por trabajos para la comunidad, cursos…, creo que pueden ser más. ¿Te gustó la canción que cantaron tres chicas el día de mi ordenación en la catedral? Dos eran internas de la cárcel de Castellón. Toda la prisión siguió la ceremonia por televisión.
Fuente: Diario de Navarra