Noticias de Gipuzkoa
Imanol Lizarralde Marin y Pedro Ereña Etxeberria – Sábado, 18 de Febrero de 2012
El señor Miguel Ángel de la Calle (El obispo y la religión, 15 de febrero) no parece que sabe el lugar desde donde está escribiendo. En Euskal Herria curas y católicos vascos fueron castigados y reprimidos por la dictadura franquista. En Euskal Herria fue la Iglesia la que mantuvo durante siglos la llama de la cultura vasca y la que defendió al euskera y las ikastolas durante la dictadura franquista. Un respeto por la institución que hizo eso, mientras los poderes laicos perseguían nuestra cultura y nuestra lengua. Al señor Miguel Ángel de la Calle, por mucha exhibición que hace de modernidad, no parece que le gustan los derechos individuales. Porque es un derecho individual, que lo entiende cualquier persona, que los ciudadanos tengan la opción de que sus hijos estudien Religión en la escuela pública. Usted quiere pisotear ese derecho. ¿En nombre de qué valor positivo?
Usted señala otro hecho muy incierto: que la mayoría de las guerras han sido promovidas por la religión. ¿En qué siglo vive usted, señor De la Calle? El pasado siglo XX ha sido testigo de cómo dos totalitarismos laicos y antirreligiosos, como el nazismo y el comunismo, torturaban y masacraban a la humanidad en nombre de la ciencia y de la razón. Hoy en día, el país del mundo que más viola los derechos humanos es un Estado con un ideario antirreligioso, China, donde la religión católica y otras religiones están perseguidas por la ley. Un poco de respeto por las personas que tienen que sufrir por la razón de ser fieles a su creencia. La ley dice que los ciudadanos tienen derecho a optar por la asignatura de Religión en la escuela. Usted quiere eliminar ese derecho en función de suposiciones de fácil refutación. Decía Ernesto Sabato que también es religión la que está en contra de la religión, pero es religión de la mala: aquella que no quiere reconocerse como tal. Usted tiene una religión que es el anticristianismo. Pues la religión cristiana es patrimonio de nuestra cultura, aunque a usted le duela tanto. Es parte muy positiva de la historia de nuestro pueblo. La ciencia sin religión es coja, sí señor, porque el conocimiento sin valores trascendentes lleva a la despersonalización y a que el ser humano se convierta en una cosa al servicio de poderes tiránicos. Cuando hoy se habla de la falta de valores y de la religión del consumo, se habla del vacío de valores religiosos. Estos son necesarios para que el ser humano sea más humano. Usted está en contra de algo tan positivo. Es una lástima.
El mensaje de Jesús es un mensaje de amor. El cristianismo fue la primera religión que dijo que un esclavo valía tanto como el emperador romano. Nuestro sentido de la libertad, la justicia y la dignidad humanas nacen de Cristo, siendo patrimonio de todos, laicos y cristianos. Por eso, en estos tiempos de crisis, esos son valores más necesarios que nunca.
Fuente: www.noticiasdegipuzkoa.com