El pasado sábado, la presidenta de UPN y candidata a la presidencia del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, presentaba en el Hotel Iruña Park el programa de UPN en materia de Educación. La candidata regionalista aludió al derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos. Sin embargo, no materializó esta afirmación en ninguna iniciativa concreta, como podrían haber sido el cheque escolar, la libertad para crear centros de iniciativa social o el derecho a estudiar Religión en condiciones justas y no como ocurre ahora mismo en la Comunidad Foral.
Sí que subrayó la apuesta de UPN por el inglés. En este sentido, afirmó que «todos los estudiantes navarros en todas las etapas, niveles y modelos lingüísticos deben aprender inglés y en inglés, porque en un mundo global, competitivo y tan abierto como este resulta imprescindible saber inglés si queremos que nuestra sociedad progrese, nuestra economía crezca y nuestras empresas tengan más éxito en los mercados internaciones».
Es evidente la importancia del inglés en la formación de los alumnos, pero lo que no cabe hacer es contraponer este conocimiento a otro tipo de formación que es vital para los alumnos y que no tiene por qué entrar en conflicto con el estudio de las lenguas. Pero en no pocos centros de Navarra, se aprende inglés y en inglés en Atención Educativa, la alternativa a Religión, mientras que la asignatura de Religión no se imparte en inglés. De esta forma, los alumnos que no optan por Religión reciben, en esos casos, una formación mayor en algo tan importante como la lengua inglesa y la posibilidad de obtener mejores resultados en los exámenes. Esto constituye una flagrante discriminación de los alumnos de Religión y viola el derecho fundamental de los padres a la educación de sus hijos, porque no se permite elegir en libertad la educación que se quiere recibir. Por eso, los profesores de Religión reivindican que se pueda impartir Atención Educativa en inglés siempre y cuando el profesor de Religión también pueda impartir su asignatura en inglés. De esta forma, se evitaría ese agravio comparativo que se comete con los alumnos que líbremente han optado por Religión (para saber más véase nuestra anterior entrada: Los docentes de Religión tildan de discriminatorio que la materia alternativa se imparta en inglés).
Con permiso de Dña. Yolanda: para que la sociedad progrese no basta con que los alumnos dominen la lengua inglesa y se capaciten profesionalmente para competir en este mundo globalizado. Es necesaria una formación integral que no descuide el aspecto moral y religioso de las personas. La falta de disciplina y autoridad, la desmotivación, la falta de ideales, la indiferencia, el alto consumo de drogas y hasta la violencia que se da en nuestras centros son indicativos claros de que se está fallando en algo esencial en la educación de los niños y adolescentes. Y esto no se arregla sólo -aunque sea necesario- con inglés y nuevas tecnologías. Las personas no son meras piezas de engranaje en una cadena de producción. No se pueden ofrecer sólo metas materiales a los alumnos. Mientras no atendamos a la condición espiritual del ser humano y su necesidad de sentido no saldremos del atolladero en que se encuentra la educación y la sociedad.
Totalmente de acuerdo con Andrés; nuestra civilación sólo será nuestra civilización si se sigue sustentando en los pilares con los que se construyo y esos pilares no son ni el Ingles ni las nuevas tecnologías. Es algo mucho más profundo y serío que todo esto.
Un fraternal abrazo.
Se nos llena la boca hablando de la falta de valores en los jóvenes y en la sociedad pero luego arrinconamos la formación religiosa, ética y humana. Así nos va…
Lo de dar inglés en la alternativa de religión es para flipar a colores. Eso sí que es igualdad de oportunidades…