La pasada semana el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela se trasladó hasta la capital de Albania para participar en la Asamblea de Presidentes de las Conferencias Episcopales Europeas. Don Francisco acudió a Tirana en representación del presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Rouco Varela. Participó en todos los actos organizados junto a los obispos europeos y uno de los días se desplazó hasta el colegio Ylber – Arco Iris junto con el Nuncio Apostólico en Albania, el arzobispo aragonés Monseñor Ramiro Moliner Inglés.
El prelado navarro pudo ver con sus propios ojos la gran obra que la Compañía de María esta llevando en Tirana y en concreto el centro educativo promovido por la religiosa navarra, natural de Valtierra, Sor Benita Prat
Este colegio es fruto de muchas donaciones entre las que destacan las enviadas desde Navarra y en concreto la generosa aportación del Gobierno foral.
El arzobispo disfrutó viendo esta obra de la Iglesia Católica que atiende a los chicos y chicas más desfavorecidos de Tirana. La mayoría de los alumnos son musulmanes. También constató la calidad humana e intelectual del profesorado siempre en sintonía con las religiosas que lo regentan.
En la visita realizada, tanto el nuncio como Don Francisco, fueron guiados por jóvenes estudiantes y profesores que han aprendido el español y que quisieron ser guías del centro para los ilustres visitantes.
Todos agradecieron las aportaciones navarras y ya que su estado no tiene dinero para ayudar en la educación, suplicaron que siga la aportación navarra para que «nadie deje de venir a la escuela por falta de dinero».
Las religiosas de la Compañía de María, anfitrionas de los obispos, llegaron a Albania en 1994 y fieles al carisma de su fundadora Juana de Lestonnac «tender la mano a aquellos que más lo necesitan» , después de un estudio sociológico, vieron que lo que más urgía en Albania era una educación de calidad como garantía de un futuro esperanzador para las jóvenes generaciones del país más pobre de Europa que durante 50 años había sufrido la represión comunista.
Así que decidieron, con gran sacrificio, construir el colegio ahora visitado por el arzobispo de Pamplona y en donde cabe todo: color, etnia, toda religión, clase social, niños enfermos y sanos, inteligentes y discapacitados porque lo importante era y sigue siendo: educar al niño albanés.
Las religiosas y toda la comunidad educativa agradecieron a Don Francisco la visita y por medio de él mandan este mensaje: «Gracias Navarra. Estáis contribuyendo a hacer realidad este sueño, educar a los chicos y chicas albaneses».
Fuente: www.diariodenavarra.es